viernes, 11 de mayo de 2007

Nostalgia

¿Cuántas veces la nostalgia nos hace vivir y ver los sitios de una manera determinada? Las migraciones son un fenómeno tan antiguo como el mismo hombre.

Mi tío, pocos días antes de viajar a España me decía “ti vas ver rapariga como os galegos te reciben bien, e ti vas querer esa terra como eu quero Uruguay”. Sí, llevaba más de 30 años en Montevideo, volvió dos veces a España de visita, pero seguía hablando casi como el primer día.

Joyce nos describió al Dublín de su época desde la distancia, Rosalía de Castro, desde Galicia, dibujaba en sus poemas la morriña de los gallegos en el exilio. La literatura muchas veces recoge y sirve de vehículo para ilustrar como la nostalgia de un sitio, de su gente, nos hace ver todo de otra manera y extrañar lugares, personas, comidas, aromas, de una manera inexplicable.

“Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas”
Pedro Páramo, 1955.
Juan Rulfo (Méjico,1918-1986)

A papá, a Nati, a mi familia, a la rambla de Buceo, al amanecer en Punta del Diablo, al olor del asado recién hecho en casa, a los gritos de la abuela, porque los extraño...

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