Mientras en la prensa nadie lo recordaba,
o solo algun artículo poco sustancioso
habla de puentes bloqueados
o de la visita de algún ex-presidente con su nueva novia,
no todo es tan insustancial.
Un premio por la lucha contra el tabaco,
por obtener resultados positvos
y significativos al respecto;
pero como siempre, nadie prestó atención.
Es hora de que,
desde allá se abandonen las culpas a terceros
para hacerse responsables y artífices
de su propio futuro;
y que desde acá se mire con otros ojos,
no los del otrificador paternalista,
sino con ojos de iguales,
exigiendo responsabilidades,
pero reconociendo los logros que de verdad valen,
sin acordarse solo
de las noticias que se esfuerzan
en mantener la imagen de la América
mística o pobre y con lastre populista.
Un premio por obtener resultados claros
en la lucha contra el tabaco,
envidia de muchas sociedades "desarrolladas".
No es por el premio,
sino porque
se reconozcan los efuerzos y los resultados
de sociedades con menos medios,
pero que también se pugne,
cosa que nos cuesta,
por apoyar ese desarrollo "cualitativo"
en contra del desarrollo cuantitativo,
basado en medir cuánto aumentan las calorías
de la canasta familiar
o lo rápido que se suplantan los electrodomésticos.
Vale la pena...
