martes, 6 de mayo de 2008

Cuando el Norte y el Sur se dan la mano, o la espalda..

Aleada
Adios a los que se quedan
y a los que se van también
en el llanto de los ojos
la esperanza de volver.
en el llanto de los ojos
la esperanza del volver
Esta es la canción del viento
del viento del que se fue (bis)
que quiso volver un día
pero eso no pudo ser (bis)
Esta es la canción del pueblo
la canción de la esperanza (bis)
y anima los que se quedan
a comenzar la jornada (bis)
Esta canción que yo canto
es una canción guerrera (bis)
que lucha para que vuelvan
los que dejaron su tierra (bis)
arriba los compañeros
bien arriba las banderas (bis)
en el viento van los sueños
de los pobres de la tierra (bis)
Pepe Guerra (cantautor uruguayo)


Da igual el contexto, la fecha, el momento o las causas, las migraciones son cosa de ayer y de hoy. Como lo es también la imagen que las artes en general y la literatura en particular,
han creado en el imaginario, para el extraño, el que no se parece a mí, el inmigrante.
Qué paradoja, España ayer, orientalizada, hoy, orientaliza.
Es decir, construye una imagen del otro, enuncia al extraño.

¿Lo construye o lo destruye?
No parece un tema baladí,
en medio de procesos políticos y económicos,
el inmigrante, además,
padece del prejuicio.
El papel de la enunciación parece clave
para hacer de amalgama.
Posiblemente ahí esté la clave,
entre tener "mano de obra" sin más,
o seres humanos que empiezan una vida,
que traen consigo una carga,
cultural, de vivencias personales
y deben abrirse a otra,
posiblemente muy distinta.