sábado, 3 de octubre de 2009

¡Votá para que todos podamos votar!










Decía Seregni, el mismo día de su liberación,
que para lograr la paz nacional
era necesaria la libertad de los presos
y el retorno de los exiliados.

Puede parecer algo insignificante,
pero la cuota de igualdad,
la pone nada más ni nada menos
que la libertad y una de sus formas,
el voto, la garantiza.
Síntoma de salud de un sistema y una sociedad
que pagó a un precio muy alto la pacificación.

¿Por qué quiero votar?
Si en su momento, era necesario habilitar a los proscritos,
hoy, el sistema electoral uruguayo,
debe asumir que demográficamente
el país ha cambiado.

Es una característica consolidada,
el Uruguay es país de emigrantes
pero que trabajan activamente
y no solo económicamente
(doy testigo de ello en Madrid y Paris, a modo de ejemplo).
Hay además, en el arraigo del uruguayo que vive
fuera de las fronteras geográficas
una identidad que lleva consigo y expresa
en diversas manifestaciones culturales.
El emigrante es
el embajador más grande que tiene el Paisito.

Reconocer ese derecho, es tambén extender
a todos los ciudadanos uruguayos
sin importar su ubicación geográfica,
la obligación (porque así también lo establece la Constitución)
de ejercer el derecho al voto.

Sin olvidar y no es mera demagogia,
que un alto porcentaje de los que se encuentran fuera,
lo están no porque en su momento se fueron encantados,
sino, para buscar el medio de sobrevivir.

Esa ciudadanía, "el departamento 20",
quiere votar y reclama simplemente eso,
su derecho.

Desde Uruguay:







Desde París:







Desde Australia:







Más

Nos sobran los motivos, nos falta tu voto...
el 25 de octubre acordáte
del casi medio millón de uruguayos
que vivimos fuera, pero lo llevamos dentro.

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